La popularidad que alcanzó la campaña inaugural de la Copa de Europa obligó a ampliar la nómina de participantes en la segunda. El objetivo de todos ellos era suceder al Real Madrid como mejor equipo del continente. Pero los blancos, reforzados con Raymond Kopa, volvían a tener un plantel de ensueño.
Tras eliminar a Rapid de Viena y Niza, al Madrid le esperaba en semifinales el Manchester United, señalado como gran aspirante. Los legendarios ‘Busby babes’ estaban convencidos de poder derrocar al campeón, pero la realidad fue otra. Los blancos lograron un 3-1 en casa y controlaron perfectamente a su rival en Old Trafford (2-2).
El Real Madrid revalidaría su título ante la Fiorentina en un Santiago Bernabéu repleto. La férrea defensa del campeón italiano complicó mucho el partido. En el tramo final, Di Stéfano, de penalti, y Gento materializaron la superioridad de los madridistas. El trono europeo seguía siendo blanco.
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